Algo de historia:
Las proteínas desempeñan un papel fundamental para la vida y son las biomoléculas más versátiles y diversas. Son imprescindibles para el crecimiento del organismo y realizan una enorme cantidad de funciones diferentes, entre las que destacan:
- Estructural. Esta es la función más importante de una proteína (Ej.: colágeno)
- Contráctil (actina y miosina)
- Enzimática (Ej.: sacarasa y pepsina)
- Homeostática: colaboran en el mantenimiento del pH (ya que actúan como un tampón químico)
- Inmunológica (anticuerpos)
- Producción de costras (Ej.: fibrina)
- Protectora o defensiva (Ej.: trombina y fibrinógeno)
- Transducción de señales (Ej.: rodopsina)
Las proteínas están formadas por aminoácidos. Las proteínas de todos los seres vivos están determinadas mayoritariamente por su genética, es decir, la información genética determina en gran medida qué proteínas tiene una célula, un tejido y un organismo.
Las proteínas se sintetizan dependiendo de cómo se encuentren regulados los genes que las codifican. Por lo tanto, son susceptibles a señales o factores externos. El conjunto de las proteínas expresadas en una circunstancia determinada es denominado proteoma.
Las proteínas son un nutriente importante y necesario para conseguir una buena salud muscular. De ellas depende el buen estado de las fibras y el crecimiento de las mismas a la hora de realizar algún tipo de deporte. Por ello, es importante saber cuales son las mejores horas para consumirlas, pues de este modo conseguiremos optimizar al máximo sus beneficios.
Las comidas más importantes del día suelen ser los momentos en los que damos a nuestro organismo las mayores cantidades de proteínas que obtenemos a lo largo del día.
Después del entrenamiento:
Después de haber practicado deporte es un gran momento para consumir todo tipo de proteínas, ya que nuestros cuerpo ha sufrido mucho desgaste debido al entrenamiento. Es por ello que en los momentos posteriores al ejercicio el cuerpo aumenta sus demandas de proteínas, y es uno de los mejores momentos para ingerir alimentos que las contengan en altas cantidades.
Por la mañana:
Un dato a tener en cuenta, para los que consumen o les gustaría empezar a consumir proteínas por las mañanas, es esperar 30 minutos después de haberse levantado para que el organismo pueda empezar a digerir eficazmente esas proteínas y focalizarlas a la creación de musculatura.
Por la noche:
Por la noche es mucho mejor consumir solamente alimentos ricos en proteínas, dejando de lado la mezcla con hidratos de carbono, ya que el organismo funciona mucho más lento que por la mañana, y es incapaz de quemar las calorías que nos aportan los hidratos. Esto hace que se acaben acumulando en forma de grasa. Por ello la noche será un buen momento para ingerir alimentos ricos en proteínas y bajos en grasa.